Desde que se comenzaron a realizar estudios científicos con marihuana, para tratar distintas enfermedades, muchas familias lograron una mejora en la calidad de sus vidas.
COGOLLOS QUE CALMAN.
El cannabis es una planta que tiene muchas propiedades beneficiosas para ayudar a la salud de las personas. La regulación y la legalización de los usos medicinales de la marihuana en la Argentina, y los países donde ya avanzaron en este proyecto, dió un alivio para aquellas familias en las que las patologías, como la epilepsia, son tema diario.
La planta de marihuana, llamada científicamente cannabis es una especie del mundo vegetal con muchas y variadas propiedades terapéuticas y medicinales. Ésta fue utilizada históricamente, los primeros registros escritos de su empleo medicinal son del año 2.737 antes de Cristo, según el calendario gregoriano.
Las flores de la planta de cannabis, llamadas cogollos, según informa la Fundación Daya, una organización sin fines de lucro que investiga y promociona terapias alternativas, son los que tienen mayor cantidad de cannabinoides, terpenoides y flavonoides, que son los compuestos producidos de manera natural por la planta y que tienen utilidad medicinal. La combinación de estos con la función del sistema endocannabinoide, el encargado de regular el buen funcionamiento de los procesos fisiológicos del cuerpo, hacen que la planta tenga 3 tipos de uso en terapias: de tipo paliativa, porque busca eliminar y aminorar los efectos secundarios de los tratamientos tradiciones; de tipo concomitante, ósea, para complementar y/o potenciar el tratamiento tradicional; y, por último, de tipo curativa.
“hemos tenido días mejores y peores hasta que a los 6 meses casi logramos pasar de un ataque de epilepsia fuerte por día a uno en promedio cada diez o quince días”.
Valeria, mama de Ignacio, un niño de nueve años que padece parálisis cerebral y epilepsia, cuenta que durante cinco años probó distintos medicamentos tratando de encontrar una solución al respecto y no tuvo grandes respuestas positivas. Por esto, investigando para encontrar una ayuda para su hijo se encontró con el cannabis medicinal como posible respuesta, al cabo de pasar unos meses del comienzo de uso, el niño comenzó a tener un descanso mucho mejor y mayor por las noches, manifiesta: “hemos tenido días mejores y peores hasta que a los 6 meses casi logramos pasar de un ataque de epilepsia fuerte por día a uno en promedio cada diez o quince días”.
Los efectos de cada planta varían entre sí debido a que no hay una planta igual a otra, pero, de manera general, producen efectos de sensación de euforia, relajación y sedación, funciona como analgésico y antiinflamatorio, estimula el apetito, reduce nauseas y los vómitos, ayuda al tono muscular y la coordinación motora, disminuye la presión intraocular, genera dilatación de los bronquios, aumenta el flujo sanguíneo, incrementa la liberación de hormonas que responden al estrés, incluso, impide el crecimiento de algunos tumores.
El cannabis es una sustancia fisiológicamente segura en la que la muerte o lesiones pos sobredosis son imposibles que sucedan, sin embargo, no tiene para todas las personas los mismos efectos, ni todas tienen la misma tolerancia frente a los efectos psicológicos, por eso, si se desea tratar una patología o dolencia con esta medicina, se debe hacer siempre bajo la supervisión de un medico o terapeuta especializado.
Algunas de las enfermedades, según Daya, que se pueden tratar son: Alzheimer, anorexia, cáncer, Parkinson, síndrome de Tourette, VIH, artritis.
Redacción: Giuliana Mariel Gambino