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Testigos Culturales

Sasha Gigliani: una vida tras los sueños

Daniela Portela Chain - @danielachain


Sasha Gigliani es oriunda de Saladillo, tiene 25 años y juega como delantera en el primer equipo de fútbol femenino de Vélez Sarfield. Impulsada por el circulo familiar, persigue sus sueños y persiste ante las adversidades. En esta nota, podremos conocer un poco mas de ella.


Si bien es sabido que tu abuelo materno te impulso a jugar al fútbol, correr detrás de una pelota, ¿qué te lleva a vos a dar ese paso?

Quienes me ayudan a dar ese paso son mis padres. Ella jugaba al fútbol en la escuela “La Campana” de Saladillo de chica pero nunca se dedicó, lo hacía porque mi abuelo era director técnico. Mi papa es fanático del fútbol y para él era un anhelo verme jugar. Ellos siempre me apoyaron, el rol que ocuparon fue muy importante. Siempre me iban a ver y nunca nos imaginamos que el fútbol femenino podía llegar a tomar tal repercusión. A mí y mis hermanas nos acompañaron en cada paso que dimos. Todos están muy orgullosos de nosotras.

¿Qué sueños había detrás de esa nena tan chica que jugaba entre varones?

El sueño era poder jugar, simplemente eso. Desde chica me sentí atraída por la actividad y comencé a jugar desde muy chica. Acá, en Buenos Aires las puertas eran pocas y la mayoría estaban cerradas y a los 18 lamentablemente tocaba dar un paso al costado. A medida que fui creciendo fui encontrando torneos relámpagos, algunos clubes pero nunca creí que se llegara a profesionalizar y todo lo que paso con Macarena Sánchez, por ejemplo.


En algún momento y por el contexto social, ¿pensaste en dejar de jugar?

Jamás! Con mi pareja me separé por este motivo. A él no le agradaba que yo jugara y ahí tome la decisión de no querer seguir con una persona así. Me acusaba de querer salir con jugadores y para mí el fútbol es otra cosa, es mi esencia, una parte de mí. Amo el deporte que hago, yo me formé como mujer jugando al fútbol.

Modelas, jugás al fútbol pero ¿qué otras cualidades tiene Sasha?

Modelo y juego al fútbol, si pero me encanta pintar y bailar. De chica hice muchos ritmos latinos, de hecho tengo un curso terminado. Cuando necesito relajarme o algo me inspira mucho decido pintar. No me dediqué de manera profesional pero son dos actividades que disfruto mucho. También, estudio Relaciones Públicas dado que tengo gran facilidad para conectar con el otro.


Si bien ser modelo y futbolista no tienen tanto en común como profesión, ¿qué similitudes encontrás vos en ellas?

En ambas tenes que tener mucha disciplina, dedicación, perseverancia y paciencia es muy importante ser detallista. Hay que ser correcta al hablar, responsable, tener en cuenta la alimentación y la salud ya que ambos poseen objetivos personales y grupales. Aprendes a ganar, perder, compartir y saber lo que la otra persona siente.

Modelando puedo representar a Argentina, sus colores y su banda con el fin de buscar un bien común y en el fútbol puedo hacer lo mismo, representar a mi país, a mi pueblo llegando algún día a la selección. Son dos actividades que me da mucha alegría, realmente las disfruto mucho.


¿Cómo ves la profesionalización del fútbol femenino? ¿Crees que las bases están bien sentadas?

Por suerte a la selección se le dio un lugar y de a poco se le brindan las herramientas necesarias, nos escuchan. La profesionalización ya empezó, pero falta muchísimo. No son solo ocho jugadoras de por club las que importan, somos todas. De a poco se fueron agregando categorías y se firmaron varios contratos pero falta muchísimo. La diferencia no es solo en el fútbol, el problema que tuvieron Las Gigantes (selección femenina de básquet) es algo que las mujeres venimos sufriendo hace mucho. Al ver otras potencias la diferencia es abismal pero creo que si ambas partes de escuchan se pueden conseguir cosas importantes. El deporte en un país en desarrollo es primordial, eso es profesionalismo.

Cada día, cada hora hay más nenas buscando un lugar donde jugar, ¿qué rol juegan las referentes del fútbol en esta decisión? Porque también hay que convencer a los padres de que las lleven a entrenar.

Yo como madre si llevaría a mis hijos o hijas a realizar un deporte. No importa el nivel social, el deporte incluye y genera igualdad. Es importante no volcar, tampoco, los sueños de los padres en los chicos para que “los puedan salvar”, no está bueno. El deporte genera, brinda y da herramientas y valores que se precisan para toda la vida.


¿Pensás que los clubes deben desarrollar herramientas como espacio de contención? Psicólogos, incentivar en el estudio, entre otros.

Si, creo que es muy necesario. Los clubes tienen y deben ser un sostén que impulsen a estudiar, no solo entrenar. Además, es importante que haya un equipo de profesionales que puedan saber las problemáticas del hogar, las necesidades de ese deportista, donde vive, si está bien alimentado.

En mi caso, Vélez nos brinda muchas herramientas, nos escuchan y nos acompañan día a día. Todo esto se puede lograr solo hay que tener voluntad.

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